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Alan García o la involución del gran estratega al huidizo sospechoso

Publicado: 2018-12-08

Por Giancarlo Castiglione Guerra.

La fortuna del ex presidente Alan García parece haberse acabado y de ahí su desesperación. La habilidad que ha mostrado durante décadas para eludir el peso de la justicia tenía visos casi legendarios, y de ahí venía parte de su imagen de gran estratega. Más que por la conducción del país en sus épocas de gobernante, en realidad su prestigio era por su habilidad para sortear las múltiples acusaciones de las cuales ha sido objeto.   

Esa capacidad estratégica para algunos, o simplemente suerte para otros, es en realidad un trabajo meticuloso de muchos años, concebido para infiltrar gradualmente las entidades tutelares por adherentes o cercanos del partido político más antiguo del país. En algunos momentos esa infiltración terminó siendo, en la práctica, la captura de algunas entidades. ¿Cuál era, y es, la finalidad de esta infiltración o captura por parte de un partido de parte del sistema de justicia? La intención es blindar a funcionarios y autoridades “compañeros”, evitando que estos sean sancionados en actos de corrupción fundamentalmente. Cabe preguntarse si tal copamiento premeditado de instancias del Estado para protegerse, no implica desde el inicio la intencionalidad de delinquir. Con perdón de los sanos militantes apristas, que los hay, ¿esto no es un argumento adicional para justificar la acusación sobre organización para delinquir infiltrada en un partido político, que levanta el fiscal José Domingo Pérez?

La infiltración del aparato de justicia

El aprismo alanista ha colocado a militantes y simpatizantes en diferentes cargos de la gestión gubernamental, pero en especial en el sistema de justicia. Recuérdese que casi todos los casos sobre los que inició indagaciones la mega comisión liderada por Sergio Tejada que investigaba a Alan García Pérez y a varios de sus funcionarios, fueron archivados por el entonces fiscal de la nación José Peláez Bardales, el mismo tenía vínculos familiares y amicales con altos personajes del partido de la estrella.

Sin embargo, y a pesar de esta infiltración y en algunos casos, la posterior captura de entidades para promover la impunidad fundamentalmente en casos de corrupción, la develación del caso de ‘los cuellos blancos del puerto’, donde se ve claramente la interacción de operadores del sistema de justicia corruptos, políticos inescrupulosos y grupos delincuenciales, ha dado cuenta también de una feroz lucha interna. La parte sana de las entidades de justicia, en alianza con algunos medios de comunicación, la indignación ciudadana, y fuerzas políticas alineadas en la lucha contra la corrupción, han dado y siguen dando una dura batalla que busca hacer prevalecer la justicia.

Esa lucha interna encarnizada de la que es testigo la ciudadanía, ha permitido que personajes que antes se consideraban intocables por su capacidad de influencia política, estén respondiendo ante una justicia que para algunos puede ser draconiana, y para otros demuestra que nadie tiene corona. Esta situación ha emitido señales que causan preocupación entre los acostumbrados a vivir en medio de esa anomia política, pues aparentemente ha menguado su capacidad de influencia, y consecuentemente, entre los políticos, la posibilidad de blindar que había antes.

Érase una vez el APRA

Los militantes y dirigentes del partido aprista, en sus años aurorales, representaron una posición política que defendía la justicia social y a los trabajadores, y en tal sentido fueron percibidos como una amenaza por el statu quo. Por tal motivo fueron perseguidos siendo víctimas de encarcelamientos injustos, torturas, deportaciones y otras desventuras, lo que fue un elemento fundamental en su identidad y cohesión histórica inicial. Al margen de las diferencias, personajes como Luis Alberto Sánchez, Andrés Townsend Ezcurra, Luis Felipe de las Casas, Manuel “el cachorro” Seoane, entre otros, para no hablar del mismo Haya de la Torre, representaron a una generación de apristas que merecían respeto.

Sin embargo, el partido fue virando a la derecha de manera gradual y consistente y en las últimas semanas ha pasado del martirologio aprista forjado por sus fundadores durante largos años al ridículo alanista que es hoy en día. García Pérez ha arrastrado a la dirigencia de su partido a defenderlo aún a costa de la ya precaria credibilidad de esta casi centenaria organización política. García no solo ha hecho estragos al país, sino que ha sido probablemente el enterrador del histórico partido.

Ridículo aprista y reconocida gestión del Frente Amplio

Tras la decisión del gobierno uruguayo de denegar el asilo político a García Pérez, reconociendo que en nuestro país hay división de poderes y autonomía de la administración de justicia, la bancada aprista se ha ridiculizado a sí misma.

Ocurrió que en cuanto se enteraron que miembros del Frente Amplio peruano viajaban a Uruguay, los criticaron duramente el día en que los parlamentarios izquierdistas iniciaban sus acciones en Montevideo, pero horas después ellos también viajaron, sin tener ninguna reunión de carácter relevante, salvo la reunión con el ex presidente Sanguinetti, cuyo hermano está involucrado en la trama de Odebrecht en Uruguay. Mientras que la visita de los parlamentarios del Frente Amplio fue un factor importante para influir en la decisión para que no se otorgue el asilo a García Pérez por estar injustificada, y esta visita recibió amplia cobertura de la prensa de ese país, el viaje de los apristas fue discreto y sin consecuencia alguna.

Si bien existe el riesgo de que el señor García intente pedir un nuevo asilo o incluso intente fugar del país (con lo que su ya debilitada credibilidad quedaría totalmente pulverizada), la estrategia de plantear que García Pérez era un perseguido político, estratagema a la que pudo también recurrir la señora Fujimori, Toledo, Humala, Villarán, entre otros, quedó totalmente desvirtuada. Esto aporta a allanar el camino hacia una genuina lucha contra la corrupción, así provenga esta de la derecha, la izquierda o el centro político, caiga quien caiga, sin ningún miramiento ni compasión. Porque se trata, por encima de todo, del interés superior de los peruanos.


Escrito por

Frente Amplio

El Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad, o simplemente Frente Amplio, es una coalición política de partidos, organizaciones políticas


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Frente Amplio

es una coalición política de partidos, organizaciones políticas, movimientos sociales y ciudadanos activistas del Perú.